La educación Montessori es una filosofía educativa que se centra en el aprendizaje a través de la exploración y la independencia del niño. Esta forma de educación se enfoca en el desarrollo físico, social, emocional y cognitivo del niño. Su base es la idea de que los niños aprenden mejor cuando son libres de explorar y descubrir el mundo que les rodea. Por tanto, como padres y madres, desempeñamos un papel fundamental al brindar respaldo a la educación en el ámbito escolar, allanando el camino para que nuestros hijos e hijas alcancen su máximo potencial y adquieran habilidades esenciales para la vida.
¿Qué vas a encontrar en este artículo sobre educación Montessori?
Comunicación con la escuela: la base de un soporte efectivo
La comunicación se erige como un cimiento sólido en el proceso de apoyo a la educación Montessori en la escuela. Mantener una comunicación abierta con los educadores nos permite entender en profundidad los objetivos de aprendizaje y los proyectos que involucran a nuestros hijos e hijas. Al estar en sintonía con los maestros/as, podemos alinear los esfuerzos en el hogar y la escuela para proporcionar un respaldo completo. Escuchar sus perspectivas y sugerencias establece una vía efectiva para integrar las prácticas Montessori en nuestra vida cotidiana.
Fomento de la autonomía en el hogar: cómo hacer crecer la independencia
El fomento de la autonomía en casa emerge como un método muy importante para apoyar la educación Montessori. Esto implica permitir que nuestros hijos e hijas realicen tareas por sí mismos, como vestirse, preparar sus comidas y asumir responsabilidades de orden. Al empoderarlos para ser independientes, estamos construyendo habilidades esenciales, como la toma de decisiones y la gestión del tiempo, que están en plena consonancia con los valores Montessori. Esta autonomía no solo refuerza el aprendizaje, sino que también cultiva la confianza y la autoestima infantil.
Aprendizaje a través del juego: nos divertimos y aprendemos
El juego se erige como el lenguaje natural de los niños y, en el contexto Montessori, se convierte en una herramienta poderosa para el aprendizaje significativo. En el hogar, podemos proporcionar un espacio propicio para el juego creativo y educativo. Al ofrecer una variedad de materiales y juguetes que despierten la curiosidad y fomenten la exploración, estamos nutriendo el crecimiento cognitivo y emocional de los niños. Juegos que promuevan la resolución de problemas, la cooperación y la toma de decisiones forman una base sólida para la Educación Montessori tanto en el hogar como en la escuela.
Crear un entorno educativo en casa: el hogar como un escenario de aprendizaje más
La creación de un entorno enriquecedor en el hogar se erige como un elemento clave para respaldar la Educación Montessori. Designar un rincón de lectura acogedor, llenar el espacio con materiales que inciten a la exploración y proporcionar acceso a recursos educativos promueve un ambiente de aprendizaje continuo. La organización cuidadosa del espacio, la exposición a la naturaleza y la promoción de la creatividad desencadenan un entusiasmo sostenido por el aprendizaje en nuestros hijos. Al incorporar los principios Montessori en la vida cotidiana, estamos consolidando las lecciones aprendidas en la escuela.
Compromiso a largo plazo: marcando el camino del futuro
Seguramente este sea uno de los aspectos más importantes a la hora de plantearnos si queremos, realmente, que nuestros hijos e hijas sigan (y, por lo tanto, nosotros también) la metodología Montessori. La educación Montessori no es un camino de resultados inmediatos, sino un proceso que se desenvuelve con tiempo y dedicación constante. Requiere paciencia y compromiso a largo plazo para ver los frutos. Debemos recordar que estamos allanando el camino para el éxito y el desarrollo continuo de nuestros hijos e hijas., por lo que no podemos pensar que este camino será corto en ninguna circunstancia.
Al seguir esta metodología con el paso de los años, les estamos brindando la oportunidad de sentar las bases para un aprendizaje perdurable y habilidades que trascienden las aulas con el firme objetivo de que sean personas adultas íntegras, con unos valores visibles en cada una de sus acciones y con un desarrollo holístico (físico, emocional, social…) pleno.
Es por ello que, en este aspecto es de vital importancia la elección del colegio al que nuestros hijos o hijas irán. Esta decisión debe llevar el tiempo necesario para que pueda perdurar en el tiempo, evitar cambios innecesarios pensando, siempre, en el largo plazo. Por eso, nos hemos molestado y hemos escrito este artículo sobre cuáles son Los mejores colegios Montessori de España en 2023, ¡esperamos que te guste!
Fomento de una mentalidad abierta
En la base de la educación Montessori está la creencia de que las niñas y niños son curiosas/os por naturaleza. Como padres, madres y educadores, podemos fomentar esta mentalidad al demostrar un genuino interés por sus descubrimientos.
Para ello es fundamental mantener una comunicación abierta con ellos que nos permita realizarles diariamente preguntas abiertas que den lugar a conversaciones más ricas de lo que, a priori podrían parecer. Preguntas abiertas como «¿Qué aprendiste hoy?» o «¿Qué tema de lo que has visto te intrigó más?» pueden ser buenos ejemplos.
El objetivo que perseguiremos con ello será demostrarles que sus exploraciones son valiosas y dignas de compartir.
¿Te imaginas cuántas veces nos habremos sentado a contarles a nuestros padres o madres algo que para nosotros era muy interesante del colegio y ellos/as no han mostrado excesivo interés?
¿Te imaginas eso en 18 años de vida? (lo que dura el «ciclo educativo tradicional»).
¿Y si lo cambiamos?
Celebrar sus logros y descubrimientos refuerza la noción de que el aprendizaje es un viaje continuo, lleno de maravillas por descubrir.
Apoyando la autodisciplina y la gestión del tiempo
Esta filosofía va más allá de la adquisición de conocimientos: se trata de forjar habilidades fundamentales para la vida como la autodisciplina y la gestión del tiempo. En este sentido, para favorecer una mayor conexión con lo que estarán viendo en el aula, en casa podemos establecer rutinas estructuradas que permitan a nuestros hijos e hijas gestionar sus propias responsabilidades.
Al concederles la autonomía de establecer horarios de estudio, tareas y momentos de juego, estamos cultivando su autodisciplina y el poder de tomar decisiones. Estas habilidades no solo van a crecer en el aula, sino que también se traducen en mayor independencia en todos los aspectos de la vida, empezando por su hogar, donde más seguros se sienten desde que nacen.
Educación Montessori: aprendizaje basado en la experiencia
«Me contaron algo y lo olvidé, lo ví y lo entendí, lo hice y lo aprendí»
Confucio
Si lo decía Confucio, ¿quiénes somos nosotros para llevarle la contraria?
La Educación Montessori impulsa un aprendizaje basado en la experiencia. Y esto es algo que podrás encontrar como dogma en cualquier libro sobre Montessori. En el hogar, podemos reflejar este enfoque buscando oportunidades para el aprendizaje práctico y la resolución de problemas. Actividades como cocinar juntos, emprender proyectos de arte y realizar experimentos científicos caseros no solo pueden ser divertidos, sino que también fomentan el pensamiento crítico y la creatividad.
Al incorporar estas experiencias en la vida diaria, estamos enriqueciendo la educación de nuestros hijos e hijas y fortaleciendo su capacidad de aplicar lo que aprenden de manera auténtica. Recuerda que no tienen que ser sí o sí estas actividades, sino que si has descubierto sus inquietudes (comunicación abierta), tendrás un sinfin de ideas para divertiros juntos y seguir aprendiendo.
Nutriendo la curiosidad y la indagación
La curiosidad impulsa el aprendizaje, y nuestra labor como educadores es nutrirla alentando la indagación y el cuestionamiento. Proporcionar libros que abarquen diversos temas, visitar museos, parques naturales y participar en eventos culturales fomentan el interés en el mundo que nos rodea. A medida que nuestras hijas e hijos exploren nuevas ideas y conceptos, desarrollarán habilidades de investigación y pensamiento crítico, lo que es uno de los pilares en los que se basa esta filosofía educativa.
Colaboración entre madres, padres y profesorado: un único equipo
El respaldo a la institución educativa no recae únicamente en los educadores: los padres y madres desempeñamos un rol crucial en este proceso. La colaboración entre padres y educadores forma un frente unificado para el crecimiento y el desarrollo infantil.
Somos conscientes que, en ocasiones, asistir a reuniones de padres/madres y maestros puede no venirnos bien por trabajo, ser aburridas o poco productivas pero, si estas planteándote llevar a tus hijos a una escuela Montessori (o ya lo haces) la comunicación es fundamental, por lo que este tipo de pequeñas acciones se convierten un claves para entender qué sucede en el día a día de la escuela en la que nuestros hijos e hijas pasan tantas y tantas horas a lo largo de su vida.
Participar en talleres educativos y sumergirse en actividades escolares robustece la relación entre nuestro hogar y la escuela. Al compartir ideas y perspectivas, enriquecemos la experiencia educativa y demostramos un compromiso sólido con su éxito. Como ponemos en el título y seguro que ya lo has entendido así, trabajar como un único equipo cuyo objetivo es el éxito o el desarrollo íntegro de nuestros hijos e hijas es la clave.
Fomento de una actitud de aprendizaje permanente
La Educación Montessori no se limita al aula ni a los años escolares; es un camino que dura toda la vida. Como padres y madres podemos modelar una actitud de aprendizaje constante al demostrar interés por el crecimiento personal y profesional.
Compartir nuestras propias experiencias de aprendizaje, ya sea a través de la lectura, la adquisición de nuevas habilidades o la exploración de pasatiempos, envía un mensaje contundente a nuestros peques acerca del valor del aprendizaje continuo. Esta mentalidad de aprendizaje permanente se alinea a la perfección con esta filosofía y sienta las bases para que sean personas con un elevado interés por el aprendizaje de por vida.
Conclusión: preparando para el éxito
Esta filosofía, como segurísimo que ya sabes, se basa en un enfoque holístico (completo, que abarca todos los ámbitos) y que, por lo tanto, englobará lo que suceda en la escuela y en el hogar. Fomentar la comunicación efectiva, cultivar la autonomía, estimular el aprendizaje a través del juego y crear un entorno enriquecedor constituyen solo algunas de las estrategias que enriquecerán su experiencia educativa. Sin embargo, como hemos visto a lo largo del artículo, hay dos aspectos que, aunque no garantizan el éxito, son fundamentales: la paciencia y el compromiso a largo plazo.
Al seguir estas prácticas, equipamos a nuestros hijos e hijas con las herramientas necesarias para alcanzar el éxito en todas las facetas de sus vidas, permitiendo que crezcan y desarrollen en todas las facetas (y no solo en el aprendizaje de conocimientos) y alcancen su máximo potencial.